El deporte constituye actualmente, uno de los pasatiempos mundiales de mayor importancia, esto se observa en el aumento de participantes, en el tiempo y en el espacio que le dan los medios masivos de comunicación, así como en el impactante crecimiento de la industria deportiva.
Muchas personas, se han sumado a la fiebre del conocido y famoso "running" y han abandonado los gimnasios para practicar deporte al aire libre. Creo que esta es una gran alternativa para hacer deporte de forma completamente libre, sin vernos forzados a tener que asistir a un recinto cerrado, al que muchas veces, vamos sin ninguna gana y única y exclusivamente, para no perder el dinero que ya hemos invertido en este lugar.
También es una manera de desconectar por un breve espacio de tiempo y despejar nuestra mente, tras una larga tarde de trabajo. Cada vez son más las personas que se apuntan a correr y actualmente, es habitual ver a hombres y mujeres de todas las edades participando en carreras solidarias, cross, etc. Esta nueva forma de concebir el deporte en nuestra sociedad, es un gran avance. Pero, hoy en día, algunas personas no practican deporte por el simple hecho de sentirse bien con ellos mismos ni por el afán de superarse con cada reto. Sino con un determinado objetivo que esperan conseguir en un corto periodo de tiempo y, una vez alcanzado, abandonar el deporte. O, por el contrario, por seguir las "modas" que se imponen en la sociedad. Me refiero por ejemplo, a gente que solo practica deporte por la apariencia que pueda dar a los demás o por lucir un cuerpo escultural.
Como ya he dicho reiteradas veces, es importante practicar deporte en nuestra vida. La actividad física es algo esencial para el perfecto funcionamiento de nuestro organismo y para obtener beneficios no sólo en nuestra condición física, sino también psicológica. Sin embargo, hay que saber dónde está el límite entre disfrutar haciendo deporte y machacarse día tras día para lucir un cuerpo musculado. Debemos diferenciar entre el deporte realizado de forma moderada y lo que, convertido en obsesión, puede llevarnos a la perdición. Actualmente, muchas personas sacan de contexto algo bueno para nosotros, y lo llevan al extremo. Por eso, debemos tener cuidado y saber que cualquier obsesión por algo, te puede llevar a la locura.
Por último, creo que no tenemos que dejarnos llevar por los estereotipos de la sociedad ni por los medios de comunicación que, muchas veces reflejan una imagen poco sana del deporte; como es el caso de las peleas en partidos de fútbol o cualquier otro deporte. Las personas adultas, deben ser ejemplos de educación y espíritu deportivo para los más pequeños; aunque en ocasiones ocurra lo contrario. La competitividad llevada al extremo, tampoco es nada buena, ya que genera peleas y discusiones y nos hace olvidarnos de la importancia de trabajar en grupo en el deporte.
Por todo esto, nunca debemos llevar nada al extremo y tenemos que luchar por mejorar nuestra sociedad cada día, para tener una conviviencia basada en el respeto hacia los demás.
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